sábado, 4 de junio de 2016

Mercados eficientes

NIVELES DE EFICIENCIA

Harry Roberts, profesor de la Universidad de Chicago, fue el primero en apuntar, en 1967, tres niveles de eficiencia en función de cuál fuera el conjunto de información disponible y su impacto en las negociaciones. Estos niveles fueron defendidos posteriormente por Fama (1970) y son los que determinan las hipótesis de eficiencia de los mercados de valores, determinadas en función de los siguientes conjuntos de información:
  • - El conjunto de los precios históricos, testado por Fama en función de la predictibilidad de las rentabilidades (tests of returns predictability).
  • - El conjunto de la información pública, de modo que ésta fuera incorporada inmediatamente al valor intrínseco del precio en cuestión (event studies).
  • - El conjunto de toda la información disponible, sea ésta pública o privada (private information).
1. Hipótesis débil
Según el nivel o la forma débil de eficiencia, un mercado será eficiente cuando sus precios reflejen completa e instantáneamente toda la información histórica disponible: precios históricos de los títulos, volumen de transacciones que éstos representan, etc.
La afirmación anterior tiene como consecuencia principal que el mercado no tiene memoria; de modo que no será posible obtener rendimientos superiores a la media del mercado explotando la información derivada de las series históricas, pues ésta ya estará incorporada en el precio. Lo cual tendrá como principal implicación que el análisis técnico, que se basa exclusivamente en el estudio de dicha información pasada, carecerá de validez.
De este modo, en un mercado eficiente en su forma débil, sólo será posible “batir al mercado” a través de la suerte o el azar, o bien utilizando información de dominio público o privado.
2. Hipótesis intermedia
Según el nivel intermedio o la forma semifuerte de eficiencia, un mercado será eficiente cuando sus precios reflejen completa e instantáneamente, además de la información pasada, toda la información pública disponible que pueda afectar al título en cuestión: cuentas anuales, reparto de dividendos...
De la afirmación anterior se deriva que, no sólo el análisis técnico carecería de validez, sino también el análisis fundamental, basado en el estudio de dicha información pública para obtener carteras con rentabilidades superiores a la media del mercado.
De este modo, en un mercado eficiente en su forma intermedia, sólo será posible “batir al mercado” a través de la suerte o el azar, o bien utilizando información privilegiada, si ésta existe.
3. Hipótesis fuerte
Según el nivel o la forma fuerte de eficiencia, un mercado será eficiente cuando sus precios reflejen completa e instantáneamente toda la información disponible, sea esta información histórica, pública o privada.

De la afirmación anterior se deduce que ningún método de estudio de la información disponible llevará a la consecución de rentabilidades extraordinarias. De modo que, en un mercado eficiente en su forma fuerte, sólo será posible “batir al mercado” a través de la suerte o el azar. Lógicamente, parece imposible que el mercado sea eficiente en su forma fuerte, pues ello implicaría que se trata de un mercado perfecto, lo cual, como se ha visto anteriormente, es una utopía.


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